Los ministros de Exteriores de Corea del Sur y Japón, Cho Tae Yul y Takeshi Iwaya, se reunieron el martes 26 (hora local) en Italia en paralelo a la reunión de cancilleres del G7.
Aunque el encuentro no tuvo carácter oficial, llamó la atención al darse poco después de las diferencias surgidas entre ambos países por el homenaje a los coreanos sometidos a trabajos forzosos y a unas condiciones de vida denigrantes en la mina de oro de Sado.
Según informan, ambos coincidieron en intentar que las recientes fricciones no perjudiquen las relaciones bilaterales, aunque se ignora si el canciller surcoreano presentó quejas formales sobre el acto organizado por Tokio en memoria de las víctimas de explotación laboral en dicha mina.
Durante una ceremonia organizada a tal efecto, Japón omitió la expresión "trabajos forzosos" al mencionar a las víctimas, y el Gobierno surcoreano decidió ausentarse y boicotear dicho acto, al considerar que no reflejaba el propósito inicial pactado de rendir homenaje a los trabajadores coreanos.