El Gobierno surcoreano ha solicitado a Pyongyang la liberación inmediata de seis surcoreanos detenidos en el norte, entre los que figura Choi Chun Gil, un misionero que lleva 10 años retenido por el régimen norcoreano.

En un comunicado emitido el martes 3, el Ministerio de Reunificación calificó esas detenciones arbitrarias como una violación de la libertad de religión y de creencias, además de un intento de silenciar los llamados internacionales para mejorar los derechos humanos en Corea del Norte. 

El ministerio señaló que tanto Choi, como los otros ciudadanos detenidos, no recibieron un juicio justo, ni se les garantizaron los principios básicos de justicia durante sus arrestos y procesos judiciales. También denunció que las largas sentencias impuestas sin procedimientos adecuados constituyen un grave incumplimiento de los derechos humanos. 

Seúl enfatizó la protección de sus ciudadanos como prioridad, comprometiéndose a colaborar con la comunidad internacional para confirmar el estado de los detenidos y facilitar cualquier forma de comunicación entre ellos y sus familias. 

Actualmente, Corea del Norte retiene a seis ciudadanos surcoreanos, incluido Choi Chun Gil, quien fue arrestado en diciembre de 2014 mientras realizaba actividades humanitarias y misioneras en la región de Dandong, en China. En junio de 2015, fue condenado a trabajos forzados de por vida, y desde entonces su estado de salud y paradero son desconocidos.