Aunque apenas duró unas horas por el rechazo del Parlamento y las feroces protestas, el caos surgido por la ley marcial decretada por el presidente Yoon Suk Yeol ha paralizado la agenda diplomática de Seúl.
La confusión sociopolítica reinante en Corea del Sur obligó a aplazar la cuarta reunión del Grupo Consultivo Nuclear Seúl-Washington, cuyo comienzo estaba previsto para el miércoles 4. También cancelaron la visita al país del primer ministro sueco Ulf Kristersson, prevista para el 5 de diciembre.
Asimismo, redujeron la estancia de viajes al extranjero de varios altos cargos del Ministerio de Exteriores, como el vicecanciller Kim Hong Kyun, quien regresó antes de tiempo de su viaje a España y Alemania, o la viceministra Kang In Sun, quien postergó la visita prevista a Emiratos Árabes Unidos para hablar sobre cooperación en energía nuclear.
En tanto, Corea del Norte sigue sin mostrar reacción a los últimos sucesos en Seúl ni publicar comentario alguno en sus principales medios, como la Televisión Central de Corea del Norte o el Diario Rodong, el boletín oficial del Partido de los Trabajadores.