Si la Asamblea Nacional ratifica la moción de censura, la última palabra sobre destituir al presidente Yoon Suk Yeol la tendrá el Tribunal Constitucional. No obstante, a estas alturas no se sabe si ese paso será posible pues tres de los nueve puestos de magistrado del Constitucional están vacantes.
El Estatuto del Tribunal Constitucional establece la posibilidad de enjuiciar causas con un mínimo de siete magistrados, aunque la práctica permitiría dirimir un caso solo seis, en virtud de una petición presentada en octubre por la directora de la Comisión de Comunicaciones de Corea. Hace apenas dos meses, su escrito cuestionaba la suspensión del juicio sobre una moción de censura contra un alto cargo del gobierno u otra entidad públca por falta de quórum, y su petición fue aceptada como válida.
No obstante, si solo seis de los nueve magistrados del Tribunal Constitucional procedieran a valorar una causa, su aprobación requeriría de unanimidad, o del visto bueno de todos. En otras palabras: si solo un magistrado rechaza la moción será desestimada.
En todo caso, la opinión mayoritaria es que ante la gravedad del asunto, al Tribunal Constitucional no le será fácil alcanzar una decisión sin los nueve magistrados, y por tanto el Parlamento se aboca a nominar a tres jueces para ocupar las sillas vacantes antes del 22 de diciembre.
Y para mayor complejidad, se ignora si el presidente Yoon Suk Yeol aprobaría su nombramiento pues tiene facultad para revocarlo. La misma duda se plantea sobre un hipotético presidente en funciones si la Asamblea Nacional aprueba la moción de censura antes de que los candidatos sean designados, y Yoon queda suspendido de sus funciones con antelación.