En la mañana del miércoles 11 el equipo especial de la Policía Nacional a cargo de investigar la ley marcial decretada el martes 3, se presentó en la Oficina Presidencial para llevar a cabo un registro y confiscar pruebas sobre los antecedentes del decreto y la movilización del Ejército.
Sin embargo, como el acceso a esas instalaciones está bloqueado por temas de máxima seguridad militar, la Policía está intentando resolver el procedimiento con Presidencia para poder acceder.
En cambio, sí comenzaron con el registro de la sede de la propia Policía Nacional, de la Policía Metropolitana de Seúl y de la Guardia de la Asamblea Nacional.
En paralelo, en la madrugada del miércoles el mismo equipo arrestó al comisionado general de la Policía Nacional, Cho Ji Ho, y al jefe de la Policía Metropolitana de Seúl, Kim Bong Shik, por sospechas de traición. Es la primera vez en la historia del país que un comisionado general de la Policía en activo es detenido.