La orden de arresto contra el presidente Yoon Suk Yeol ha generado una intensa reacción en el panorama político del país.
El Partido Democrático, principal fuerza opositora, exigió la pronta ejecución de la orden. En un comunicado emitido el viernes 3 por la mañana, el partido enfatizó que, bajo ninguna circunstancia, debe obstaculizarse la estricta aplicación de la ley. No obstante, también instaron a evitar enfrentamientos durante el proceso y solicitaron a Choi Sang Mok, actual presidente interino, que ordene la cooperación de todas las instituciones gubernamentales, incluida la Oficina de Seguridad Presidencial y la Oficina del Presidente.
Además, el Partido Democrático envió un mensaje directo al presidente Yoon, instándolo a abandonar la residencia presidencial y someterse pacíficamente al cumplimiento de la orden de arresto.
Por su parte, el oficialista Poder del Pueblo expresó su rechazo a lo que consideran un intento apresurado de arrestar a un presidente en ejercicio. Según Kweon Seong Dong, jefe interino del partido, el caso afecta "la dignidad de Corea del Sur como nación." Durante una reunión de estrategia parlamentaria, celebrada el viernes 3, Kweon abogó por que cualquier proceso judicial relacionado con el presidente se lleve a cabo mediante un diálogo con la Oficina Presidencial, respetando los tiempos y procedimientos legales adecuados.
El oficialismo también criticó a la Oficina de Investigación de Corrupción de Funcionarios de Alto Rango (CIO, por sus siglas en inglés), señalando que carece de autoridad para investigar casos de insurrección. Asimismo, subrayaron que el caso debería ser transferido a la policía para una investigación adecuada.