Los Gobiernos de Corea del Sur, Estados Unidos y Japón han acusado a Corea del Norte de un robo masivo de criptomonedas valorado en 660 millones de dólares ocurrido el año pasado y han reafirmado su compromiso de reforzar la cooperación frente a los crecientes ciberataques del régimen norcoreano.
En una declaración conjunta emitida el martes 14, los tres países señalaron a grupos vinculados a Corea del Norte, como Lazarus, como responsables de numerosos cibercrímenes, incluidos ataques dirigidos al robo de criptomonedas. Estas actividades, destacaron, representan una "seria amenaza" para "la estabilidad y la integridad del sistema financiero internacional".
El principal objetivo de este esfuerzo trilateral es bloquear los ingresos ilícitos empleados por Corea del Norte para financiar programas de armas de destrucción masiva y misiles balísticos, según la declaración. Los países enfatizaron la importancia de una "colaboración estrecha" entre los sectores público y privado para prevenir futuros robos, recuperar fondos sustraídos y proteger tanto a las empresas como al sistema financiero global.
En este contexto, se comprometieron a continuar trabajando juntos en la imposición de sanciones específicas contra actores cibernéticos norcoreanos, fortalecer las capacidades de ciberseguridad en la región del Indo-Pacífico y mantener la cooperación activa a través de grupos de trabajo trilaterales para abordar estas amenazas y preservar la estabilidad internacional.