El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, declaró, tras ser arrestado la mañana del miércoles 15, que decidió comparecer ante la Oficina de Investigación de Corrupción de Altos Funcionarios (CIO) para "evitar episodios violentos y derramamientos de sangre", pero que ello no implica que reconozca como legítimas las investigaciones en su contra.
Así lo expresó el mandatario en un vídeo pregrabado que difundió minutos antes de su arresto. Yoon enfatizó que, al someterse a procedimientos "tan inválidos como ilícitos" siendo el presidente, cuyo "deber más importante" es "defender la Constitución y la legalidad", su intención es evitar "situaciones desafortunadas de violencia y sangre". Añadió que esto no implica que esté de acuerdo con las investigaciones de la CIO, una entidad que, a su juicio, "carece de potestad investigativa".
En este sentido, el presidente aseguró que la legalidad se ha "desmoronado" en el país y agradeció a sus simpatizantes por el apoyo demostrado.