El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, quien se encuentra bajo arresto, rechazó el jueves 16 someterse a un segundo interrogatorio por parte de la Oficina de Investigación de Corrupción de Altos Funcionarios (CIO).
Según su equipo legal, la negativa del mandatario se debió a problemas de salud y a que, en su opinión, ya había presentado una declaración "suficientemente detallada para explicar su postura" durante el primer interrogatorio, realizado el miércoles 15. En esa ocasión, Yoon no respondió a ninguna pregunta, invocando su derecho a guardar silencio, mientras que sus representantes legales defendieron que la decisión de decretar la ley marcial fue "una medida legítima tomada en su calidad de presidente", por lo que, argumentan, "no constituye un acto de traición a la patria ni de rebelión".
La mañana del jueves 15, los abogados de Yoon pidieron posponer el segundo interrogatorio y la CIO accedió a reprogramarlo para la tarde del mismo día. Sin embargo, poco después notificaron que el presidente rechazaba ser interrogado.