Corea del Sur y Estados Unidos llevaron a cabo un simulacro conjunto de contrafuego destinado a disuadir las capacidades de artillería de largo alcance de Corea del Norte.

El Comando de Operaciones Terrestres del Ejército informó el 16 de enero que aproximadamente 250 soldados surcoreanos y estadounidenses participaron en el ejercicio, que se extendió durante tres días.

Las operaciones de contrafuego movilizan artillería y fuerza aérea con el objetivo de destruir la potencia de fuego enemiga.

El Ejército surcoreano explicó que el ejercicio, que comenzó el día 14, consistió en simular una situación hipotética de contrafuego que podría desencadenarse en una guerra a gran escala, basándose en escenarios de provocaciones norcoreanas.

Añadió que el entrenamiento se centró en ayudar a los participantes a dominar los procedimientos para integrar y operar los activos de vigilancia y detección de los aliados, así como las fuerzas de ataque terrestre y aéreo.

El simulacro conjunto de contrafuego se llevó a cabo por primera vez en 1994, y desde 2006, el Ejército surcoreano ha estado a cargo de esta maniobra.