La Fiscalía de Corea del Sur ha imputado el domingo 26 por traición al presidente Yoon Suk Yeol, quien se encuentra actualmente en prisión preventiva. Esta es la primera vez en la historia del país que se lleva a cabo una acción judicial de este tipo contra un presidente, ya sea en funciones o no, y sucede antes de que finalice su mandato. Con esta imputación, Yoon se convierte en el quinto mandatario, incluidos expresidentes, en comparecer ante un tribunal penal.
El principal cargo que pesa sobre Yoon es el de traición a la patria y rebelión debido a su presunto papel en la activación de la ley marcial sin cumplir con los requisitos establecidos en la Constitución, en complicidad con varios miembros de su Gabinete, entre ellos el exministro de Defensa Kim Yong Hyun. Además, se le acusa de haber movilizado al Ejército para neutralizar al Parlamento.
La imputación fue formalizada el domingo 26, 54 días después del fallido intento de declarar la ley marcial. La Fiscalía ha señalado que, basándose en las evidencias recabadas hasta el momento y en los informes de las investigaciones realizadas por la Policía, considera justo y necesario imputar al presidente.
El hecho de que Yoon haya sido imputado mientras sigue en prisión preventiva significa que permanecerá en dicha situación hasta un máximo de seis meses, hasta que el tribunal de primera instancia dicte sentencia, de acuerdo con el Código de Procedimiento Penal vigente.