En la mañana del miércoles 29, el penúltimo día del puente por el Año Nuevo Lunar, se ha registrado un rápido aumento del volumen de tránsito vehicular y, al mediodía, los viajes de Seúl a otras ciudades del país y viceversa tardaban mucho más de lo habitual.
Por ejemplo, el traslado en coche desde Seúl hasta Busan, en el extremo sur de la península coreana, tomaba siete horas y diez minutos, y el viaje en sentido contrario ocho horas y diez minutos, casi el doble de lo normal.
Según estimaciones de la Corporación Coreana de Autopistas, tan solo el miércoles 29, unos 6,4 millones de vehículos se desplazarán por las carreteras de todo el país y la congestión vial será más severa que el día anterior, llegando a disiparse apenas después de las 11:00 de la noche.