El presidente Yoon Suk Yeol, imputado por traición y rebelión, sigue insistiendo en que su decreto de la ley marcial no constituyó tal acto ilegal y que tomó todos los pasos necesarios dentro del marco de la Constitución.
La declaración del mandatario, transmitida por su abogado el martes 28, tras visitarle en prisión, es la primera postura que Yoon expresa desde que fue imputado.
Según el mensaje, Yoon no considera un acto de traición el decreto de la ley marcial del 3 de diciembre, pues lo hizo valiéndose de la potestad que la Constitución le confiere como presidente de la nación, con el claro propósito de dar a conocer la situación de emergencia nacional que provocaba la "dictadura legislativa" ejercida por la oposición. Tampoco piensa que fue un intento de rebelión porque no hubo episodios sangrientos, heridos, ni arrestos arbitrarios de políticos.
Sin embargo, la alegación de Yoon contrasta con los testimonios de jefes militares, que declararon que recibieron órdenes del presidente de arrestar a los legisladores.
El juicio por traición contra el mandatario comenzará de lleno en febrero, una vez finalizadas las audiencias preparatorias, y se prevé que la sentencia de primera instancia sea emitida en julio, antes de que prescriba el plazo de prisión preventiva el 25 del mismo mes.