Los principales partidos políticos de Corea del Sur ofrecieron discursos contrapuestos sobre el bienestar de la población y evidenciaron profundas diferencias en temas clave como la situación económica del país o la controvertida ley especial destinada a investigar el caso de rebelión que implica al presidente Yoon Suk Yeol.

El Partido Democrático, principal fuerza de la oposición, consideró que la ratificación de esta ley por parte del presidente en funciones, Choi Sang Mok, sería un paso necesario para la "normalización del país". En respuesta, el oficialista Poder del Pueblo rechazó la medida, bajo el argumento de que el juicio político contra Yoon ya está en marcha y que insistir en una nueva investigación sería innecesario y un despilfarro de recursos públicos.

En lo que respecta a la economía, el líder del Partido Democrático, Lee Jae Myung, quien ha propuesto un subsidio de 250.000 wones para todos los ciudadanos como parte de su plan de reactivación económica, señaló en una reunión en la Asamblea Nacional que su formación estaría dispuesto a renunciar a esta medida si ello facilitara la pronta aprobación de un presupuesto suplementario por parte del Gobierno. Asimismo, reiteró la necesidad de una reforma bipartidista del sistema de pensiones e instó tanto al Ejecutivo como al oficialismo a concretar en un mes la revisión de las tasas de cotización y de reemplazo.

Por su parte, Poder del Pueblo también puso énfasis en la economía con la promoción de la Ley Especial de Semiconductores y otras reformas clave. Sin embargo, la formación criticó duramente a Lee y lo acusó de modificar constantemente su postura, como un "camaleón", con el único objetivo de fortalecer su posición de cara a unas posibles elecciones presidenciales anticipadas.