El presidente Yoon Suk Yeol, actualmente bajo detención, se enfrenta simultáneamente a un juicio de destitución en el Tribunal Constitucional y a un proceso penal por presunta rebelión ante la Justicia ordinaria. Hasta el momento, su equipo legal no ha anunciado una estrategia de defensa clara.
El juicio político se llevará a cabo con dos audiencias semanales. Actualmente, se han programado sesiones hasta la octava audiencia, prevista para el 13 de febrero. Si el ritmo de las sesiones se mantiene, el proceso podría concluir a finales de febrero o, a más tardar, en marzo.
Paralelamente, el juicio penal por rebelión, impulsado por la Fiscalía, se celebrará en el Tribunal del Distrito Central de Seúl. Se espera que la asignación del tribunal encargado del caso se decida el viernes 31, tras lo cual se iniciará el proceso de preparación en febrero. La fase principal del juicio podría comenzar en marzo.
En este contexto, la atención se centra ahora en la estrategia que adoptará la defensa de Yoon. Se prevé que soliciten su liberación bajo fianza, argumentando que debe poder ejercer su derecho a la defensa en libertad. También se ha especulado con la posibilidad de que el presidente pida la suspensión temporal del juicio político, aunque se considera poco probable que la Corte Constitucional acepte esta solicitud, dada la avanzada fase del proceso.
Otra alternativa es que Yoon decida no comparecer en el juicio penal mientras avanza el proceso de destitución, o que su equipo legal solicite la inhabilitación de algunos jueces del Tribunal Constitucional, a quienes acusan de parcialidad en el caso.