El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que no tiene prisa por hablar con su homólogo chino, Xi Jinping, en medio del aumento de tensiones comerciales derivadas de la aplicación de un nuevo arancel del 10% sobre productos procedentes de China, que amenaza con desencadenar una guerra comercial entre ambos países.

En declaraciones a los medios el martes 4 desde la Casa Blanca, Trump aseguró que la llamada con Xi se realizará "en el momento adecuado", según informó la agencia de noticias Reuters.

Estas palabras del mandatario se producen en un contexto de creciente tensión comercial. Desde la medianoche de ese mismo día, EEUU comenzó a aplicar un arancel adicional del 10% a productos chinos, como parte de una orden ejecutiva firmada por Trump el sábado 1. En respuesta, China anunció que impondrá un gravamen del 10% al 15% sobre productos estadounidenses a partir del lunes 10, además de restringir la exportación de varios minerales.

Un día antes de la entrada en vigor del nuevo arancel, Trump había indicado que planeaba hablar con Xi en un plazo de 24 horas. La Casa Blanca confirmó que se estaban organizando los detalles de la llamada, pero con la última declaración del presidente, parece que la conversación entre ambos líderes podría retrasarse más de lo previsto.