El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha adelantado que el 2 de abril revelará un plan para imponer nuevos aranceles a las importaciones de automóviles, con el objetivo de fortalecer la industria automotriz estadounidense.
Este anuncio ha generado preocupación en Corea del Sur, ya que las nuevas tarifas se suman a otras medidas arancelarias impuestas recientemente por la Administración estadounidense, como los gravámenes sobre acero y aluminio, así como los "aranceles recíprocos" aplicados la semana pasada. En particular, preocupa a Seúl que los automóviles sean uno de los productos más exportados al mercado estadounidense, con el que, desde 2016, mantiene un acuerdo de libre comercio que elimina los aranceles. En 2024, las exportaciones surcoreanas de vehículos a EEUU alcanzaron los 34.700 millones de dólares.
Además, Trump ha anunciado que su Ejecutivo impulsará la industria de los semiconductores en EEUU y ha señalado a Taiwán y Corea del Sur como dos de los principales productores de estos componentes, lo que podría complicar sus objetivos comerciales.
De confirmarse la aplicación de aranceles tanto a los automóviles como a los semiconductores, las exportaciones surcoreanas se verían gravemente afectadas, con consecuencias difíciles de prever.