El Banco de Corea ha revisado a la baja su previsión de crecimiento económico para 2025, del 1,9% al 1,5%. Con esta corrección, la estimación del banco se sitúa por debajo de las proyecciones del Gobierno y de otras entidades internacionales especializadas, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Instituto de Desarrollo de Corea (KDI).
El análisis del banco central señala la inestabilidad política que atraviesa el país tras el fallido intento de instaurar la ley marcial el 3 de diciembre, cuyo impacto se refleja en la desaceleración de la recuperación de la demanda interna. Esta ralentización afecta principalmente al consumo privado y a la inversión en el sector de la construcción, además de agravar las dificultades del mercado laboral. Asimismo, la política arancelaria proteccionista del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, añade incertidumbre a la situación económica.
Sin embargo, el Banco de Corea ha decidido mantener su previsión de crecimiento para 2026 en el 1,8%, sin cambios respecto a sus estimaciones previas.