Corea del Norte ha evitado pronunciarse sobre su lanzamiento de misiles balísticos de corto alcance (CRBM) realizado el lunes 10 y, en su lugar, ha renovado sus críticas hacia Corea del Sur y Estados Unidos por sus maniobras militares conjuntas Freedom Shield, que comenzaron el mismo día y se extenderán hasta el 20 de marzo.

Hasta el martes 11, ningún medio norcoreano ha informado sobre la prueba de misiles, aunque sí han publicado reportajes sobre los ejercicios militares combinados entre las fuerzas surcoreanas y estadounidenses, a los que han calificado de "simulacro de guerra invasiva" dirigido contra su país.

El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur había informado previamente que, sobre la 1:50 de la tarde del lunes 10, detectó el lanzamiento de varios misiles balísticos no identificados desde una zona situada en el interior de la provincia norcoreana de Hwanghae, en dirección al mar del Oeste. Según estimaciones iniciales, los proyectiles podrían haber tenido un alcance de entre 60 y 100 kilómetros. Estos se encuadran en la categoría de misiles CRBM, con un alcance inferior a los 300 kilómetros.

Es habitual que Pyongyang emita un comunicado al día siguiente de un ensayo balístico para celebrar el éxito de la prueba como parte de su propaganda sobre capacidades militares. No obstante, en esta ocasión, el régimen ha evitado hacer comentarios al respecto.