El Gobierno está valorando una reforma del impuesto de sucesiones que, en lugar de gravar el patrimonio total heredado, lo haga de manera separada por cada heredero, ya sea testamentario o legal. Esta modificación contrasta con el sistema actual, que ha permanecido sin cambios desde 1950, cuando se promulgó la ley que regula este tributo.
Según las autoridades responsables de la gestión tributaria, el sistema vigente facilita la recaudación del impuesto, pero no asegura una distribución equitativa de la carga tributaria entre los herederos. Además, se producen con frecuencia disputas legales entre ellos cuando no existe un acuerdo, a pesar de que la ley establece la obligación de un "pago proporcional", lo que implica que el impuesto debe repartirse entre los beneficiarios de acuerdo con lo que reciban de la herencia.
Por ejemplo, en el caso de una herencia de 300 millones de wones, el impuesto sobre sucesiones se aplica sobre el valor total de ese patrimonio, y los herederos lo pagan de forma conjunta para, posteriormente, repartir lo heredado. Sin embargo, si se lleva a cabo la reforma, que se espera entre en vigor en 2028, cada heredero recibirá primero su parte correspondiente del patrimonio y, a continuación, pagará el impuesto en proporción a lo que haya heredado.
El Gobierno ha subrayado que, con esta modificación, el impuesto individual a pagar será más reducido, lo que además contribuirá a mejorar la equidad tributaria.