Estados Unidos ha vuelto a señalar a Corea del Sur como una de las economías con las que mantiene un comercio desequilibrado, a tan solo dos semanas de la implementación de los llamados "aranceles recíprocos". En este sentido, Washington ha subrayado especialmente el déficit registrado en el intercambio de automóviles.
Uno de los datos que han destacado las autoridades estadounidenses es el superávit de unos 40.000 millones de dólares que el sector automotriz coreano alcanzó en 2024 frente a EEUU. Según la Administración del presidente Donald Trump, este desequilibrio coloca a su país en una posición de clara desventaja en el comercio de vehículos con Corea.
Si los aranceles recíprocos se implementan finalmente, las empresas automotrices coreanas se verán obligadas a aumentar su producción en territorio estadounidense, lo que, a largo plazo, podría reducir las exportaciones de vehículos de Corea a dicho mercado hasta en un 20%. Este cambio también afectaría gravemente a los fabricantes de repuestos automovilísticos coreanos, que perderían a sus principales clientes en EEUU.