Las maniobras militares Freedom Shield, realizadas entre los Ejércitos de Corea del Sur y Estados Unidos, concluyeron el jueves 20 tras diez días de ejercicios conjuntos.

En la edición de este año, el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas surcoreanas y el Comando de las Fuerzas Combinadas Corea-EEUU operaron una unidad de mando conjunta. Durante los ejercicios, se llevaron a cabo un total de 51 simulacros de entrenamiento de campo, con la participación de efectivos de varios países miembros del Comando de las Naciones Unidas.

Los simulacros incluyeron, además, ejercicios de mando y entrenamientos tácticos en tierra, mar, aire y ciberespacio, con el objetivo de mejorar la capacidad defensiva ante posibles guerras espaciales y cibernéticas. Los escenarios hipotéticos cubrieron diversos tipos de ataques, incluidas provocaciones de Corea del Norte. También se realizaron simulacros para defenderse contra interferencias en las señales de GPS, ciberataques, incursiones de drones y otras amenazas emergentes.

Estos ejercicios se desarrollaron en un contexto global marcado por los cambios en las estrategias de combate observadas en la guerra en Ucrania, particularmente después de que Corea del Norte enviara tropas para apoyar a Rusia.

El jefe del Estado Mayor Conjunto surcoreano, Kim Myung Soo, destacó que los ejercicios tuvieron como objetivo optimizar el sistema de defensa combinado y fortalecer la preservación de la paz, en un contexto en el que los intercambios militares entre Pyongyang y Moscú podrían influir en cualquier momento en la seguridad de la península coreana.