Corea del Norte se ha abstenido de emitir comentarios relevantes tras la conclusión el jueves 20 de las maniobras militares Freedom Shield, realizadas de forma conjunta por los Ejércitos de Corea del Sur y Estados Unidos. Este silencio contrasta con la actitud beligerante que había mostrado al inicio de los ejercicios, cuando emitió declaraciones hostiles contra Seúl y Washington, además de llevar a cabo varias pruebas de misiles.
La última respuesta oficial de Pyongyang a las maniobras Freedom Shield fue una nota de opinión publicada por la Agencia Central de Noticias de Corea del Norte (KCNA), en la que calificaba los entrenamientos de "peligrosos" y "belicosos".
Al respecto, una fuente del Gobierno surcoreano señaló que las reacciones de Pyongyang han sido menos agresivas que en ocasiones anteriores. Según indicó, los ataques verbales se han vuelto más frecuentes que las provocaciones de carácter militar. La fuente agregó que este cambio de actitud podría deberse, en parte, a la inseguridad del régimen norcoreano frente a las posibles repercusiones de sus envíos de tropas a Rusia, así como a la incertidumbre sobre el futuro de las negociaciones para poner fin a la guerra en Ucrania.