Los aranceles del 25% sobre las importaciones de automóviles a Estados Unidos, anunciados por el presidente Donald Trump el miércoles 26 (hora local), entrarán en vigor el 2 de abril y su aplicación efectiva comenzará un día después. De momento, la posibilidad de que estas nuevas tarifas sean retiradas queda descartada, ya que el propio mandatario aseguró que tendrán carácter permanente, lo que deja claro que no son objeto de negociación.
La Casa Blanca estima que estos aranceles generarán aproximadamente 100.000 millones de dólares anuales en ingresos aduaneros, que, según la Administración Trump, se destinarán a impulsar el sector automovilístico nacional.
El presidente adelantó además que, al igual que los vehículos, las piezas y repuestos de coches también estarán sujetos a un gravamen del 25%.
Estos anuncios han generado una gran preocupación en Corea del Sur, cuyo principal producto de exportación a EEUU son precisamente los automóviles. La inquietud se ha intensificado en especial ante la también inminente aplicación de los llamados "aranceles recíprocos", igualmente previstos para el 2 de abril. Estas tarifas están especialmente dirigidas a países que mantienen un superávit comercial con Washington, entre los que figura Seúl.