El Departamento de Defensa de Estados Unidos planea ejercer mayor presión sobre sus aliados para que incrementen sus gastos militares, con el objetivo de hacer frente a amenazas persistentes de países como Corea del Norte. Así lo ha revelado el sábado 29 el diario estadounidense 'The Washington Post', que tuvo acceso a parte de las nuevas directrices estratégicas elaboradas por la institución.

El documento, titulado "Directrices Estratégicas Interinas de Defensa Nacional" y de nueve páginas de extensión, fue distribuido de forma interna a mediados de marzo. En él, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, establece como prioridades impedir cualquier intento de invasión de China a Taiwán y garantizar la defensa del territorio de EEUU.

Además, el texto incluye referencias explícitas a los aliados de Europa, Oriente Próximo y Asia del Este, con instrucciones sobre cómo instarles a reforzar sus capacidades militares. Según Hegseth, dichos países deben asumir un papel más activo en la contención de amenazas procedentes de actores como Rusia, Corea del Norte e Irán.

En Corea del Sur, la atención se centra ahora en cómo estas directrices podrían influir en la distribución de costes asociados al estacionamiento de tropas estadounidenses en la península, así como en el papel que estas fuerzas desempeñarán en la región en el futuro.