Los incendios forestales que arrasaron el sureste de Corea fueron extinguidos el domingo 30, tras mantenerse activos durante casi 213 horas desde que se iniciaron el 21 de marzo y se propagaran por 11 localidades del país.
Este es el segundo mayor desastre forestal registrado en la historia reciente del país causado por incendios accidentales. El balance provisional asciende a 30 fallecidos, entre ellos civiles, bomberos y otros miembros del personal de emergencias, y 45 heridos. El fuego calcinó una superficie récord de aproximadamente 48.239 hectáreas y destruyó parcial o totalmente cerca de 3.000 viviendas, además de numerosas infraestructuras. Entre los daños se encuentran valiosos patrimonios naturales y culturales, algunos de los cuales estaban catalogados como tesoros nacionales.
Hasta la fecha, alrededor de 6.000 personas permanecen desplazadas y no han podido regresar a sus hogares debido a la destrucción provocada por los incendios.
El Gobierno ha asegurado que movilizará todos los recursos necesarios para que las personas afectadas puedan retomar su vida con normalidad lo antes posible. Mientras tanto, se habilitarán alojamientos provisionales y se ofrecerán ayudas específicas, como descuentos en el pago de las cuotas del seguro de salud pública y en los servicios de telecomunicaciones.