La Policía ha intensificado las medidas de seguridad en los alrededores del Tribunal Constitucional, en el centro de Seúl, en vísperas del veredicto sobre el proceso de destitución del presidente Yoon Suk Yeol, previsto para el viernes 4.
Desde la tarde del martes 1, las autoridades han restringido el acceso en un radio de aproximadamente 100 metros en torno al edificio del tribunal, con el objetivo de mantener la zona en un estado de "vacío total". Como parte del operativo, varias salidas de la estación de metro de Anguk han sido cerradas.
A pesar de las restricciones, grupos tanto partidarios como detractores del juicio político han continuado celebrando concentraciones nocturnas en las inmediaciones. Los simpatizantes de Yoon se han manifestado ondeando banderas nacionales y reclamando su pronto regreso, mientras que los defensores de su destitución han exigido una decisión unánime del Constitucional que "devuelva la estabilidad al país".
Para la jornada del fallo, la Policía activará el nivel más alto de alerta. Ese día, la estación de Anguk permanecerá cerrada por completo y otras estaciones próximas —como Gwanghwamun, Gyeongbokgung y Ayuntamiento— podrían omitir paradas, según la evolución de los acontecimientos.
Además, once colegios situados en las cercanías del tribunal han decidido suspender temporalmente las clases el viernes 4 por motivos de seguridad.