La Policía activó el viernes 4 el nivel más alto de alerta, conocido como Gapho, ante la inminente decisión del Tribunal Constitucional sobre el juicio político contra el presidente Yoon Suk Yeol.
Este protocolo permite la movilización del 100% de los efectivos policiales. Mientras esté en vigor, se suspenden todas las vacaciones y permisos del personal, y tanto los comandantes como los altos mandos deben permanecer en sus puestos sin excepción.
Como parte del operativo especial, se desplegarán más de 20.000 agentes en todo el país. En Seúl, donde se prevén manifestaciones multitudinarias, se han asignado 210 unidades antidisturbios, con aproximadamente 14.000 efectivos en total. Además, un equipo especial compuesto por unos 30 agentes ha sido enviado al Tribunal Constitucional como medida preventiva ante posibles amenazas terroristas.
En un radio de 150 metros alrededor de la sede judicial se han prohibido por completo las protestas y concentraciones públicas. Asimismo, se ha reforzado la seguridad en puntos estratégicos como la Asamblea Nacional, las oficinas gubernamentales, la residencia presidencial en Yongsan, embajadas extranjeras, la residencia del primer ministro y las sedes de los principales medios de comunicación.