Altos mandos militares y responsables del Departamento de Defensa de Estados Unidos han recalcado la importancia estratégica de la alianza con Corea del Sur y del estacionamiento de tropas estadounidenses en la península, y han instado a los aliados en el Indo-Pacífico a asumir un papel más activo en el mantenimiento de la seguridad regional.

Durante una audiencia celebrada el miércoles 9 (hora local) ante el Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, el comandante de las fuerzas desplegadas en territorio surcoreano, Xavier Brunson, aseguró que EEUU mantiene una "posición de ventaja" frente a sus rivales gracias a su presencia militar en Corea del Sur. Esta situación, afirmó, no solo permite contrarrestar las amenazas de Corea del Norte, sino también contener a China. En este sentido, Brunson recalcó que el mantenimiento de las tropas en la península coreana es esencial para garantizar la estabilidad en el Indo-Pacífico, una región crucial para los intereses de Washington.

Por su parte, el comandante del Comando Indo-Pacífico, Samuel Paparo, destacó que Seúl es el quinto mayor comprador de armas estadounidenses y subrayó el potencial de ampliar la cooperación bilateral en áreas como la inteligencia artificial, la construcción naval y la industria de defensa.

En la misma línea, el secretario adjunto interino para Asuntos de Seguridad en el Indo-Pacífico del Departamento de Defensa, John Noh, insistió en la necesidad de que Corea del Sur y otros aliados regionales desempeñen un rol más destacado en el fortalecimiento de la capacidad de disuasión frente a las amenazas emergentes.

Respecto al sistema de defensa conjunta entre Seúl y Washington, Brunson reveló que ambos países firmaron en 2024 un nuevo plan de operaciones combinadas para hacer frente al avance de las capacidades nucleares de Pyongyang. El comandante detalló que el documento ya está siendo actualizado para adaptarse a las nuevas exigencias del entorno de seguridad. Según explicó, este plan actúa como guía tanto para la ejecución de operaciones militares secretas en caso de conflicto como para la realización de maniobras regulares y ejercicios conjuntos de defensa.

Brunson concluyó que la actualización del plan permitirá mejorar la preparación de las tropas ante el dinámico escenario de seguridad en la región, en un contexto marcado por la persistencia de Corea del Norte en el desarrollo de armas de destrucción masiva.