El presidente en funciones, Han Duck Soo, ha suscitado una polémica al designar el martes 8 a dos nuevos magistrados para el Tribunal Constitucional, tras la destitución del expresidente Yoon Suk Yeol, a pesar de haber declarado anteriormente que los mandatarios interinos no deben abusar de sus poderes.
La conducta de Han contrasta con su postura anterior, especialmente la que mostró en diciembre pasado, cuando rechazó nombrar a tres candidatos a jueces propuestos por la Asamblea Nacional. En aquella ocasión, argumentó que, al liderar el Gobierno de forma provisional, debía actuar de manera limitada y moderada, conforme a la ley y a la Constitución. Su reciente decisión se interpreta como una ampliación del concepto de las competencias que podría ejercer como presidente en funciones tras la destitución definitiva de Yoon.
La Constitución establece que el presidente tiene la facultad de designar a tres de los nueve jueces que componen el pleno del Tribunal Constitucional. Sin embargo, no especifica de manera explícita si un mandatario interino puede ejercer dicha atribución.
Ante esta situación, la Asociación Coreana de Catedráticos de Derecho ha criticado la decisión y ha afirmado que el nombramiento de nuevos magistrados en esta etapa equivale a arrebatar competencias al futuro presidente electo y constituye un acto inconstitucional.