Altos mandos del Ejército de Estados Unidos han manifestado su oposición a la posibilidad de reducir el contingente de tropas en la península de Corea, en respuesta a las recientes declaraciones del presidente Donald Trump, quien ha insinuado eventuales recortes en el despliegue militar en el extranjero.
Durante una sesión celebrada el jueves 10 (hora local) en el Comité de Servicios Armados del Senado, el jefe del Comando del Indo-Pacífico, Samuel Paparo, advirtió que una retirada o disminución de las fuerzas estadounidenses en Corea del Sur incrementaría el riesgo de invasión por parte de Corea del Norte. Asimismo, subrayó que la presencia militar en la península es fundamental para mantener la capacidad de respuesta y disuasión ante posibles conflictos en la región.
En la misma audiencia, el comandante de las fuerzas estacionadas en territorio surcoreano, Xavier Brunson, coincidió en que cualquier reducción de tropas podría comprometer la seguridad. Además, recordó que la misión del Ejército no se limita únicamente a la defensa de la península, sino que también desempeña un papel estratégico en la contención de la influencia de China y Rusia en el Indo-Pacífico.
Brunson también recalcó que la evaluación del despliegue militar no debería centrarse exclusivamente en su coste económico, e insinuó que los beneficios estratégicos y de seguridad superan ampliamente la inversión financiera.