Estados Unidos estudia la imposición de nuevos gravámenes a la importación de chips, así como a determinados productos electrónicos, entre ellos teléfonos móviles y ordenadores, que no figuraban en la lista inicial de bienes sujetos a aranceles recíprocos.
Así lo han confirmado fuentes de la Casa Blanca, que han aclarado que la pausa decretada por el presidente estadounidense, Donald Trump, en la aplicación de estos aranceles es una medida provisional. Según las mismas fuentes, los nuevos gravámenes, que afectarán tanto a los chips como a productos electrónicos, entrarán en vigor en el plazo de un mes. Además, han subrayado que el Gobierno estadounidense no está dispuesto a negociar estas tarifas, aunque se estima que serán inferiores al 125% establecido contra China.
La falta de coherencia en la política arancelaria de la Administración Trump continúa generando incertidumbre en los mercados financieros internacionales. Además, varias encuestas recientes realizadas en EEUU reflejan que el 75% de los consumidores prevé una inminente subida generalizada de los precios.