El Gobierno está evaluando la posibilidad de participar en el desarrollo del proyecto de gas natural licuado (GNL) en el estado de Alaska, liderado por Estados Unidos, así como en la eventual construcción de un gasoducto de gran escala para su distribución.

Con este fin, el viceministro de Industria, Comercio y Energía, Choi Nam Ho, tiene previsto viajar próximamente a Washington para avanzar en las negociaciones que actualmente mantienen ambos países sobre esta posible cooperación energética.

Según estimaciones de las autoridades coreanas, el proyecto promovido por la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, podría resultar beneficioso para Corea, ya que reduciría tanto el tiempo como la distancia en el suministro de energía. Sin embargo, advierten de que los costes de producción podrían ser más elevados debido a la necesidad de construir infraestructuras como una terminal de regasificación y un gasoducto para transportar el gas desde Alaska.

En este contexto, se espera que el precio final del suministro energético al mercado coreano varíe en función del grado de implicación de Seúl en el proyecto de Washington.

Choi indicó que, en caso de que el Ejecutivo decida incrementar su participación en el desarrollo del GNL de Alaska, Corea podría fortalecer su posición ante la Casa Blanca en las negociaciones sobre los aranceles a automóviles.