Las exportaciones de acero de Corea del Sur a Estados Unidos registraron en marzo una caída significativa, tras la reactivación de los aranceles impuestos por la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, sobre productos de acero y aluminio.

Según datos de la Asociación Coreana de Comercio Internacional (KITA), las exportaciones coreanas de acero hacia EEUU alcanzaron en marzo los 340 millones de dólares, lo que supone un descenso del 18,9% en comparación con el mismo mes del año anterior. En términos de volumen, la caída fue del 14,9%, con un total aproximado de 250.000 toneladas.

La disminución coincide con la decisión de la Casa Blanca de eliminar, desde el mes pasado, la exención arancelaria dentro del sistema de cupos previamente acordado con varios países, entre ellos Corea del Sur. Como consecuencia, se reintrodujeron aranceles del 25% sobre el acero y del 10% sobre el aluminio, dejando sin efecto el cupo anual de 2,63 millones de toneladas libres de gravámenes que Corea había conseguido en 2018 con un acuerdo bilateral.

Aunque se considera que esta medida arancelaria pudo influir en la reducción de las exportaciones, algunos analistas advierten que los contratos en la industria del acero suelen cerrarse con varios meses de antelación, por lo que sería prematuro atribuir el descenso exclusivamente al cambio de política comercial.

Ante este nuevo escenario, el sector siderúrgico coreano está redirigiendo su estrategia hacia la producción local en territorio estadounidense. Hyundai Steel ha anunciado planes para invertir cerca de 30 billones de wones en la construcción de una planta siderúrgica eléctrica en el estado de Luisiana, con el objetivo de iniciar sus operaciones comerciales en 2029. Por su parte, POSCO está estudiando la posibilidad de sumarse al proyecto mediante una inversión conjunta.