El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado una orden ejecutiva para elaborar una estrategia que enfrente las prácticas comerciales desleales y las barreras no arancelarias en el comercio mundial de productos del mar.
La orden, emitida el jueves 17 (hora local), instruye a varias agencias gubernamentales a presentar, en un plazo de 60 días, un plan integral destinado a reforzar la competitividad del sector pesquero estadounidense. La medida contempla una revisión de prácticas como la pesca ilegal y el uso de trabajo forzoso en las cadenas de suministro de los principales países exportadores.
La inclusión del trabajo forzado se interpreta como una señal de atención hacia las denuncias internacionales sobre condiciones laborales extremas en la industria pesquera, especialmente en relación con Corea del Norte y China. En febrero pasado, la organización británica Environmental Justice Foundation denunció que trabajadores norcoreanos están siendo explotados a bordo de embarcaciones chinas en situaciones equiparables a la esclavitud, como parte de los esfuerzos del régimen norcoreano por obtener divisas extranjeras.
Además, Trump ha instado a las autoridades competentes a revisar, en coordinación con la industria pesquera local, las regulaciones nacionales que podrían imponer cargas excesivas sobre la pesca, la acuicultura y el procesamiento de productos del mar en EEUU, con el objetivo de considerar su modificación o incluso eliminación.