El primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, ha decidido no acudir al santuario de Yasukuni con motivo de la ceremonia anual de primavera, que comenzará el lunes 21, según informó la agencia de noticias Kyodo.
La decisión parece responder a un intento de evitar tensiones diplomáticas con países vecinos como China y Corea del Sur, que han manifestado en reiteradas ocasiones su rechazo a las visitas de mandatarios japoneses a dicho recinto. Al igual que en la ceremonia de otoño de 2024, está previsto que Ishiba envíe una ofrenda ritual en lugar de asistir en persona.
El santuario de Yasukuni, ubicado en el centro de Tokio, honra a los caídos en combate que sirvieron al Imperio de Japón, incluidos varios criminales de guerra de clase A en la Segunda Guerra Mundial. Desde que el exprimer ministro Shinzo Abe realizara una visita oficial en 2013, sus sucesores han evitado acudir presencialmente y han optado por enviar ofrendas simbólicas.