El juicio penal contra el expresidente Yoon Suk Yeol por cargos de rebelión celebró el lunes 21 su segunda audiencia.

Durante la sesión, se produjo un tenso enfrentamiento entre el exmandatario y varios altos mandos militares, movilizados la noche del 3 de diciembre para bloquear el acceso de los diputados a la Asamblea Nacional. Yoon defendió que, una vez declarada la ley marcial, el deber evidente de las Fuerzas Armadas era mantener el orden público. Insistió, además, en que la emisión del decreto no puede considerarse un acto de rebelión, al no haber derivado en derramamientos de sangre.

Sin embargo, los militares presentes refutaron sus argumentos y subrayaron que fue gracias a la conciencia de numerosos soldados y oficiales que se negaron a acatar ciegamente las órdenes que se logró preservar la democracia.

El jefe del Primer Grupo de Seguridad del Comando de Defensa de la Capital, Cho Sung Hyun, declaró ante el tribunal que obedecer órdenes es un valor fundamental que todo militar debe defender incluso con su vida, siempre y cuando estas sean justas y legítimas. En referencia a Yoon, añadió que el expresidente sabrá bien que la directriz de arrestar a los legisladores y expulsarlos por la fuerza del Parlamento era imposible de cumplir.