Corea ha expresado su descontento por la ofrenda enviada por el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, al santuario de Yasukuni, así como por las visitas de otros políticos nipones al controvertido recinto, donde se rinde homenaje, entre otros, a criminales de guerra de clase A condenados tras la Segunda Guerra Mundial.
En un comunicado emitido el martes 22, el Ministerio de Relaciones Exteriores calificó de decepcionante que líderes políticos japoneses continúen mostrando veneración por un lugar que glorifica las guerras de agresión perpetradas por Japón en el pasado. La cancillería subrayó que la clase política japonesa debería asumir con responsabilidad su historia, reflexionar sobre sus errores y avanzar hacia una relación bilateral basada en la confianza mutua y la cooperación futura.
La ofrenda, una maceta con un árbol sasaki colocada en el altar principal del santuario, fue enviada por Ishiba el lunes 21 con motivo del inicio del festival de primavera de Yasukuni.