El Tribunal Supremo celebró el jueves 24 su segundo debate plenario sobre el caso del exlíder del Partido Democrático Lee Jae Myung, acusado de violar la Ley de Elecciones a Cargos Públicos. La audiencia tuvo lugar apenas dos días después de la primera sesión, un hecho inusual en la práctica judicial del país.

Normalmente, los debates del Alto Tribunal, en los que participan el presidente del pleno y la mayoría de los magistrados, se convocan una vez al mes y requieren un preaviso de al menos diez días. La convocatoria de dos audiencias en un plazo tan corto sugiere una clara intención de la judicatura de acelerar el proceso contra Lee.

En caso de que, tras estas sesiones, la corte decida desestimar los cargos, Lee quedaría absuelto. Sin embargo, si opta por devolver el caso a una instancia inferior, se iniciaría un nuevo juicio en el Tribunal Superior de Seúl.

La celeridad del proceso judicial se interpreta en el contexto político actual, marcado por la polémica sobre el impacto que podría tener una posible demora del juicio. Existe preocupación ante la posibilidad de que no concluya antes de las elecciones presidenciales del 3 de junio. Si Lee resultara electo, podría beneficiarse de la inmunidad presidencial contemplada en el artículo 84 de la Constitución, que establece que el jefe de Estado no podrá ser procesado penalmente durante su mandato, salvo en casos de traición o rebelión.

La interpretación de esta cláusula constitucional divide a los expertos en derecho. Algunos sostienen que la inmunidad se aplica solo hasta la fase de acusación formal, mientras que otros consideran que abarca todo el proceso, incluida la etapa de juicio.