El Gobierno ha reafirmado que su postura respecto a los soldados norcoreanos capturados por Ucrania no ha variado y ha asegurado que, en caso de que alguno de ellos solicite ser trasladado a Corea del Sur, se llevarán a cabo gestiones diplomáticas para facilitarlo, con independencia de que Corea del Norte y Rusia hayan confirmado oficialmente el despliegue de tropas norcoreanas en el conflicto.
Según el Ministerio de Relaciones Exteriores, estos militares deben ser considerados prisioneros de guerra y, por tanto, gozar de la protección estipulada por el derecho internacional. En este sentido, recalcó que no pueden ser devueltos a un país donde puedan ser víctimas de persecución, ya que ello vulneraría lo dispuesto en la Convención de Ginebra y en otras normas internacionales.
No obstante, tras el reconocimiento formal por parte de Pyongyang sobre la implicación de sus tropas en la guerra, algunos analistas advierten de que el régimen norcoreano podría endurecer su posición en las negociaciones sobre la repatriación de estos soldados.