Corea del Sur, Estados Unidos y Ucrania condenaron en la ONU el envío de tropas norcoreanas a la región rusa de Kursk, tras la confirmación oficial de Rusia y Corea del Norte.

Durante una sesión celebrada el martes 29 (hora local) en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Seúl acusó a ambos países de haber negado durante meses cualquier implicación de Pyongyang en la guerra, para luego justificarla apelando a su tratado de cooperación estratégica. El representante surcoreano señaló que el argumento de la autodefensa esgrimido por Corea del Norte para justificar su intervención militar carece de fundamento y constituye una excusa inaceptable. Asimismo, advirtió que tanto el despliegue de tropas como el suministro de armamento vulneran las resoluciones del Consejo de Seguridad y suponen una grave amenaza para la seguridad internacional.

Washington, por su parte, alertó de que el envío de soldados forma parte de una creciente alianza militar entre Pyongyang y Moscú, destinada a prolongar el conflicto y a intensificar la tensión global.

En la misma línea, Ucrania denunció que durante el bombardeo ruso sobre Kiev del pasado 24 de abril, en el que murieron 13 personas y más de 90 resultaron heridas, se utilizó un misil balístico de fabricación norcoreana. El Gobierno ucraniano subrayó que este hecho evidencia el carácter peligroso de la cooperación militar entre los dos países.

En respuesta, el Kremlin defendió su colaboración con Corea del Norte y aseguró que ambas naciones actúan en conformidad con el derecho internacional. El embajador ruso ante la ONU incluso agradeció públicamente a los soldados norcoreanos su participación en el frente.