Las autoridades militares surcoreanas sospechan que Corea del Norte ha transferido a Rusia lanzacohetes múltiples KN-25 de 600 milímetros, en el marco de la creciente cooperación militar entre ambos países.
Pyongyang ya había suministrado previamente a Moscú diversos equipos de artillería, incluidos cañones autopropulsados de 170 milímetros y lanzacohetes múltiples de 240 milímetros. En este contexto, el líder norcoreano, Kim Jong Un, ha realizado recientemente tres inspecciones a instalaciones relacionadas con el sistema KN-25, lo que se interpreta como una posible revisión final antes de su exportación.
Fuentes militares en Seúl consideran que, debido a las limitaciones en la capacidad de producción de Corea del Norte, el KN-25 resulta más fácil de fabricar y enviar que otros misiles de corto alcance, como el KN-23, una versión local del misil ruso Iskander que despierta especial interés en el Kremlin.
El Estado Mayor Conjunto también evalúa que el lanzamiento de misiles llevado a cabo por el régimen norcoreano el jueves 8 podría haber sido una prueba destinada a comprobar el rendimiento del KN-25, tanto con fines de exportación como para verificar su estabilidad en vuelo.