El comandante de las tropas estadounidenses estacionadas en Corea del Sur, Xavier Brunson, subrayó la importancia de mantener fuerzas terrestres en la península coreana como respuesta a las crecientes amenazas que representan China y Rusia en la región del Indo-Pacífico.
Durante un coloquio celebrado el jueves 15 (hora local) en la ciudad de Honolulu, Hawái, Brunson destacó que la ubicación de Corea del Sur permite superar lo que llamó la "tiranía de la distancia" entre puntos estratégicos, uno de los principales desafíos operativos en el vasto Indo-Pacífico. En este sentido, afirmó que la presencia militar en territorio surcoreano es esencial para garantizar una respuesta rápida por parte de Estados Unidos ante posibles contingencias.
El alto mando de Washington afirmó que Seúl es el aliado más próximo a Beijing desde el punto de vista geográfico y comparó su posición con la de una isla entre Japón y China, o incluso con un portaviones fijo.
Además, Brunson recalcó que la misión de las tropas estadounidenses en la península no se limita únicamente a disuadir a Corea del Norte. Según explicó, su despliegue forma parte de un plan más amplio en el Indo-Pacífico, diseñado para alterar los cálculos de las autoridades norcoreanas, chinas y rusas, y proporcionar mayor flexibilidad operativa a los mandos militares de EEUU en caso de un conflicto regional.