Corea del Sur y Estados Unidos mantendrán negociaciones a nivel ejecutivo sobre aranceles entre el martes 20 y el jueves 22. Estas serán las últimas reuniones previstas en torno a los gravámenes estadounidenses sobre importaciones antes de las elecciones presidenciales del 3 de junio.
Las sesiones incluirán debates técnicos sobre aranceles recíprocos y específicos, como los aplicados al acero, los automóviles y los semiconductores. Asimismo, se abordarán cuestiones más amplias como el equilibrio comercial y medidas no arancelarias.
Estos encuentros dan continuidad a las reuniones ministeriales celebradas el pasado 16 de mayo en la isla de Jeju, donde ambas partes acordaron priorizar estos temas en el marco de las negociaciones en curso. También se tratarán asuntos relacionados con la seguridad económica, el comercio digital, las normas de origen y otros elementos del intercambio bilateral.
Varios analistas especulan que, tomando como referencia los acuerdos alcanzados recientemente con Reino Unido y China, EEUU podría ejercer presión sobre Corea del Sur para aumentar la importación de productos estadounidenses —incluidos los energéticos—. En concreto, Washington cuestiona varios mecanismos que considera barreras comerciales no arancelarias, aunque Seúl los clasifica como medidas regulatorias legítimas. Entre ellas figuran la restricción a la importación de carne de vacuno procedente de animales de más de treinta meses, el control sobre el uso internacional de mapas de alta precisión, el sistema de fijación de precios de medicamentos y la cuota de pantalla destinada al cine nacional.