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Estados Unidos está considerando nombrar un nuevo enviado especial para los derechos humanos en Corea del Norte, un puesto actualmente vacante desde la dimisión de Julie Turner, quien fue designada por el expresidente Joe Biden.
La intención fue expresada por el secretario de Estado, Marco Rubio, durante una audiencia celebrada el miércoles 21 (hora local) en la Cámara de Representantes. Rubio indicó que la Administración del presidente Donald Trump planea designar a un alto funcionario que se dedique exclusivamente a los asuntos relacionados con los derechos humanos norcoreanos. Asimismo, señaló que ya se están llevando a cabo los trámites correspondientes y que las autoridades competentes están buscando a la persona más adecuada para ocupar el cargo.
El puesto de enviado especial fue establecido por la Ley de Derechos Humanos en Corea del Norte, promulgada en 2004 por el Congreso estadounidense. Tras la dimisión de Robert King en enero de 2017, permaneció vacante durante seis años, ya que la anterior Administración de Trump no procedió a su nombramiento. Fue ocupado recién en 2023 cuando Julie Turner asumió el cargo bajo el mandato de Biden, pero dimitió tras el cambio de Gobierno.