Corea del Norte ha comunicado que los daños sufridos por su nuevo destructor de 5.000 toneladas, que volcó durante su ceremonia de botadura, no son tan graves como se temió en un principio. Así lo indican los resultados preliminares de la evaluación oficial difundidos el viernes 23 por la Agencia Central de Noticias de Corea del Norte (KCNA).
El accidente se produjo el miércoles 21 en el astillero de la ciudad portuaria de Chongjin, durante el lanzamiento al mar del buque. Una comisión compuesta por fiscales y técnicos especializados fue desplegada en el lugar para investigar las causas y consecuencias del incidente.
Según las primeras inspecciones, no se han detectado perforaciones en el casco por debajo de la línea de flotación, en contra de las sospechas iniciales. Sin embargo, se han identificado rasguños en uno de los costados de la embarcación, así como una leve entrada de agua en la parte trasera a través de un pasaje estructural.
Los expertos estiman que se necesitarán entre dos y tres jornadas para drenar el agua acumulada y liberar la proa del soporte de botadura. Posteriormente, se requerirán unos diez días adicionales para completar las reparaciones externas.