Corea del Norte ha expresado una enérgica condena a la reunión de alto nivel celebrada el martes 20 (hora local) en la sede de la Asamblea General de la ONU, en Nueva York, centrada en la situación de los derechos humanos en el país.

En un comunicado difundido por la Agencia Central de Noticias de Corea del Norte (KCNA) el viernes 23, el régimen calificó el encuentro como una provocación con motivaciones políticas.

La declaración, firmada por un portavoz de la Asociación de Estudios sobre Derechos Humanos de Corea, tildó el acto de grave violación de la soberanía norcoreana. Según el texto, la iniciativa contraviene los principios fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas y del derecho internacional, en particular aquellos relativos al respeto de la soberanía nacional y a la no injerencia en los asuntos internos de los Estados.

La Asociación acusó además a Estados Unidos, Corea del Sur y otros países de liderar una campaña de desprestigio contra Pyongyang que tachó de "malintencionada". También arremetió contra los desertores norcoreanos que participaron en la sesión de la ONU y puso en duda la veracidad de sus testimonios.