Corea del Norte ha advertido a Estados Unidos de que la seguridad de su territorio podría verse comprometida si no deja de lanzar amenazas militares a otras naciones.
En una declaración difundida el domingo 25 por la Agencia Central de Noticias de Corea del Norte (KCNA), un alto cargo del Ministerio de Defensa afirmó que, para garantizar su propia seguridad, la Casa Blanca no debería incrementar indiscriminadamente su poder ofensivo, sino cesar las provocaciones hostiles y renunciar a cualquier ambición de invasión. Según el funcionario, los líderes militares de Washington han llegado incluso a sugerir la posibilidad de iniciar un ataque contra Pyongyang, bajo el pretexto del desarrollo armamentístico nuclear norcoreano, que el régimen considera una medida legítima de autodefensa.
El representante del Ministerio de Defensa denunció que esta actitud por parte de los responsables de las Fuerzas Armadas de EEUU responde a su ambición militarista y a su deseo de imponer una hegemonía mundial. En este contexto, se refirió al nuevo "plan de operaciones conjuntas", presentado en abril pasado por el comandante de las tropas estadounidenses desplegadas en Corea del Sur, Xavier Brunson. A su juicio, dicho programa constituye, en realidad, una estrategia para ejecutar una guerra nuclear contra Corea del Norte. Por ello, las autoridades norcoreanas han reiterado que continuarán fortaleciendo su capacidad de disuasión para hacer frente a cualquier escenario de inseguridad.