Canadá baraja invitar al próximo presidente de Corea del Sur, que será elegido en los comicios del 3 de junio, a la cumbre que se celebrará del 15 al 17 del mismo mes. Ottawa ostenta este año la presidencia rotatoria del grupo.
De confirmarse la invitación, esta cita internacional supondría la primera actividad diplomática oficial del nuevo mandatario surcoreano, quien además mantendría en ella su primer encuentro con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El primer ministro canadiense, Mark Carney, ya había adelantado que el G7 busca ampliar el alcance de sus debates con la presencia de países ajenos al grupo, como Australia y Corea del Sur.
Fuentes diplomáticas señalaron que Canberra ya ha recibido una invitación formal y que es probable que Seúl también sea propuesto como participante a la cumbre.