El último debate televisado entre los principales candidatos presidenciales tuvo lugar la noche del martes 27, bajo la organización de la Comisión Electoral Nacional. Aunque estaba previsto que el foco estuviera en asuntos sobre política, el encuentro derivó en una sucesión de acusaciones personales, reproches cruzados y escasa discusión programática.

El aspirante del Partido Democrático, Lee Jae Myung, instó a la ciudadanía a acudir masivamente a las urnas el próximo 3 de junio. Durante su intervención, aseguró que estos comicios constituyen una oportunidad para restablecer la soberanía popular y rechazar el intento fallido de imponer la ley marcial durante el mandato del expresidente Yoon Suk Yeol.

En cambio, su rival de Poder del Pueblo, Kim Moon Soo, advirtió sobre el peligro de que el Partido Democrático regrese al poder. En su opinión, Lee Jae Myung busca establecer una dictadura con el objetivo de evadir las investigaciones judiciales en su contra.

El nominado de Nueva Reforma, Lee Jun Seok, subrayó que estas elecciones deben servir para oponerse tanto a las "fuerzas irracionales" que defienden la ley marcial como a los "sectores populistas" que carecen de principios. A su juicio, Corea necesita recuperar el sentido común y los valores fundamentales.

Por su parte, el representante del Partido Democrático Laborista, Kwon Young Guk, apeló a la sensibilidad de los votantes y compartió su experiencia personal junto a comunidades que, según afirmó, han sido ignoradas por el sistema legal y político.